domingo, 5 de septiembre de 2010

24 horas en una Comisaría de la Mujer

05/09/10
Testigos del infierno. Una cronista y una fotógrafa de Clarín escucharon el viernes relatos de mujeres golpeadas por sus parejas o ex parejas. Fue en la seccional de Malvinas Argentinas. Allí se hacen 50 denuncias por día.

http://www.clarin.com/sociedad/horas-Comisaria-Mujer_0_329967144.html

Permiso, dice, y se sienta. Como si fuese un rosario, tiene el celular apretado entre las manos. Del otro lado del escritorio la psicóloga le sonríe. Lo primero que va a contar es por qué vino: — ¿Estás en pareja?, le pregunta la psicóloga.

— No, me separé hace tres meses. Me pegó feo en el patio. Los chicos miraban. Pero no tengo trabajo y volví; siempre vuelvo.

— ¿Había violencia verbal? — No … lo normal. “Puta’, ‘Andá, que te dé tu macho’, eso.

— ¿Te amenaza? — Siempre me dice “donde te enganche, te mato”. Antes aceleraba a fondo cuando llegaba a una avenida y me decía: “Yo me mato pero vos te venís conmigo”.

— ¿Violencia sexual? — Tengo 33 años y 4 hijos. Si no tuve otro hijo es porque tengo atadas las trompas. Si vivo con él tengo que cumplir; si no, no me da una moneda.

— ¿Por qué decidiste venir? — Me llamaron del jardín. Mi nene le dijo a la maestra “quiero que me den algo para morirme”.

Quien pregunta es Susana Naccarelli, una de las psicólogas de la Comisaría de la Mujer y la Familia de Malvinas Argentinas, que abarca también la zonas de José C. Paz y San Miguel. Son 30 las comisarías de este tipo en la Provincia de Buenos Aires pero es ésta la que más denuncias por violencia contra la mujer y la familia recibe: unas 50 por día, de mañana, durante la siesta, de madrugada. Pero esta pequeña sala de espera nunca se llena tanto como los lunes: el día en que ellos vuelven a trabajar y ellas vienen a denunciar las palizas del fin de semana.

Cuando Laura –su nombre no es real– pide “permiso”, apenas está volviendo la calma a la comisaría. Hace minutos, de esta misma habitación, salió una mamá de la mano de su hija de 10 años: la nena acababa de contar que su padrastro la violaba desde los 7. Afuera está el fiscal que interviene ante delitos contra la integridad sexual.

Quien sigue es Mariana (36). Dice que creía que violencia era sólo la piña que se ve morada en el espejo. “Hace un mes que nos separamos. Primero se enojó, después se tatuó en el brazo que soy el amor de su vida. Me dice ‘sin ustedes me mato’ y cuando aflojo vuelve a mandarme esos mensajes: ‘te voy a descargar una 9’ o le dice al nene de 3 años ‘vení pendejo putito’. La psicóloga interrumpe: “Eso se llama violencia social. De a poco se van aislando, algunas mujeres hasta dejan de peinarse para que el hombre no crea que va a acostarse con otro cuando va a la verdulería”. Y le pregunta: “¿Violencia sexual? “Ehh … no”, dice Mariana. “Bueno, siempre me anda toqueteando y si le digo que no, se enoja. Mil veces me dejé con tal de que no me despierte de madrugada. ¿Eso es violencia sexual?”.

“Claro – dice Abel Coria, coordinador de la Dirección General de Políticas de Género provincial–. A veces las violan sus propios maridos pero como no es un desconocido, no registran que están haciendo algo en contra de su voluntad. Otras, sus parejas las obligan a ver películas pornográficas, a usar juguetes sexuales o a que participen otros de la relación”, describe.

Apenas sale Mariana, Patricia entra con su hija de dos años a upa. Tampoco sabía que la “violencia económica” también es violencia. ¿De qué trabajás?, le pregunta Susana. “De nada, soy ama de casa”, contesta. Susana le explica que ser ama de casa también es trabajar. “Viene a las tres de la mañana borracho y me dice ‘levantate que quiero comer’. Me da 20 pesos por semana para que comamos los 5, no entiende que no alcanza. A veces cuido viejitos. El me dice ‘ese trabajo de mierda que hacés’, pero después quiere que la plata del alquiler salga de ahí. Siempre fue así pero yo hice ‘el clic’ el día que metió a unos tipos a tomar en la casa y le dijo a la nena ‘vení a darle un besito a los tíos”.

A veces sólo buscan contención en secreto; otras, quieren denunciarlos. Recién cuando las denuncias se elevan a la Fiscalía, la víctima puede pedir la exclusión del hogar o “el perímetro”, es decir, que el agresor no pueda acercarse. Pero, se sabe, hay quienes los denuncian una y otra vez. El ejemplo es el de la mujer a quien su ex marido, disfrazado de abuelo, le pegó tres tiros: lo había denunciado 20 veces. “Muchas denuncias por amenazas quedan archivadas por falta de pruebas. Y las amenazas son el primer eslabón del femicidio”, advierte Naccarelli. A todas se las invita a un grupo de reflexión para que adopten herramientas y comprendan que no están frente a “un loquito” sino que, cuando el hombre pierde el control, en verdad, está tomando el control.

Laura, la chica del celular apretado como un rosario, acaba de irse. Antes, el bendito celular había sonado. “Permiso, atiendo, es mi hija”, pidió. Pero no era ella. Era su ex marido que ahora le roba el teléfono a su hija para encontrarla. La psicóloga gira y cuenta bajito: “Siempre recuerdo un casamiento al que fui hace dos años. ‘El amor todo lo soporta’, dijo el cura. La novia sonrió”.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Carta abierta por el derecho de las mujeres a una vida sin violencias

Carta abierta por el derecho de las mujeres a una vida sin violencias

Una de cada tres mujeres en el mundo, sufrirá algún tipo de violencia en el transcurso de su vida. En Argentina, al menos una mujer muere cada tres días como consecuencia de las agresiones de un varón de su entorno familiar: novios, esposos o ex parejas.

Puede parecernos un tema ajeno y lejano, pero ocurre y nos afecta de muchas maneras: amenaza a nuestras mujeres, afecta el crecimiento de miles de niñas, niños y adolescentes; provoca la destrucción de incontables familias, y genera pérdidas millonarias en productividad y gastos en salud, alterando los números de la economía.

Leer esta carta es un modo de contribuir a solucionar el problema.

Vital Voices y Avon Foundation crearon este año la Alianza Global para poner fin a la Violencia contra las Mujeres, con el propósito de compartir experiencias y afianzar la colaboración para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres, también la violencia sexual y la trata de personas*. La Alianza reúne delegaciones de quince países, compuestas por líderes de negocios, gobierno y sociedad civil, y cuenta con el apoyo de Avon y Avon Foundation, que han destinado un millón doscientos mil dólares para llevar adelante el proyecto.

Nuestro objetivo fundamental es llegar a Usted y sumar su interés, su conocimiento y su voluntad a nuestros esfuerzos.

El programa que llevaremos a cabo incluye diversas actividades que apuntan a que nuestra sociedad tenga mayor conciencia sobre la gravedad de este fenómeno. Una de las principales acciones programadas para este año será la presentación de una obra de teatro documental llamada “SEVEN”. Se trata de una impactante realización basada en las inspiradoras historias de siete mujeres de diversa procedencia, víctimas de violencia, que superaron grandes adversidades y contribuyeron decisivamente, con su acción, al avance de los derechos humanos en sus países.

Queremos contar con su participación. Simplemente acceder a información sobre el tema y contribuir en su difusión, ya es un paso fundamental.

Las víctimas de la violencia de género están muy cerca nuestro. En general están desorientadas y seguramente tienen miedo. Si tenemos información adecuada, podemos ayudarlas.

La trata de personas es uno de los delitos más aberrantes de nuestro tiempo, tanto que es considerado un crimen de lesa humanidad -ofende la conciencia de la humanidad. El desconocimiento y la tolerancia social colaboran para que este delito crezca en la impunidad.

Súmese a este movimiento global. Ningún organismo o sector de la sociedad puede solo resolver este problema. Es necesario que trabajemos juntos gobierno, sector privado y organizaciones sociales para crear un mundo más seguro para las mujeres, es decir más seguro para la sociedad en su conjunto. ¡Esto es posible!

Invitamos a Ud. a adherirse a esta campaña enviando un e-mail a finalaviolenciadegenero@gmail.com

Delegación Argentina
Alianza Global para poner fin a la Violencia contra las Mujeres

Mercedes Assorati, Coordinadora General del Programa Esclavitud Cero de Fundación El Otro;
María Cristina Camiña, abogada y ex jueza. Ex presidenta de AMJA, Asociación Argentina de Mujeres Juezas;
Liliana Hendel, Psicóloga y Periodista. Miembra de la Red PAR. Coordinadora para la Red Internacional de periodistas con Visión de Género; Columnista Telefe.
María Gabriela Hoch, Presidenta de Vital Voices Argentina;
Carola Saricas, representante del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación -Programa Las Víctimas contra las Violencias y Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata;
Monique Thiteux-Altschul, Directora Ejecutiva de Fundación Mujeres en Igualdad;
Silvia Zubiri, Directora Ejecutiva de Fundación Avon Argentina.


*La trata de personas –considerada la versión moderna de la esclavitud- es definida por Naciones Unidas como ”la acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación”. Las formas de explotación incluyen, pero no se limitan, a la explotación de la prostitución, de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
Si bien este delito afecta a personas de todas las edades y géneros, las mujeres y niñas son la población más vulnerable por padecer en mayor medida de falta de recursos. Esto las hace blancos fáciles para ser reclutadas bajo falsas promesas de trabajo, oportunidades educativas o incluso, matrimonio.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

INDICADORES DE ABUSO SEXUAL INFANTIL Por Jorge Pantin

INDICADORES DE ABUSO SEXUAL INFANTIL Por Jorge Pantin
(Cuadernos de Medicina Forense. Año 2, Nº1, Pág.13-18. Mayo 2003)
http://www.csjn.gov.ar/cmf/cuadernos/1_2_59.html

Indicadores en la edad preescolar


• Llanto excesivo en lactantes, sin razón aparente.
• Conducta irritable o agitación extrema en lactantes.
• Regresión de alguna fase del desarrollo que ya se había alcanzado: por ejemplo, enuresis, encopresis, succión del pulgar, utilización del tono de voz del bebe.
• Miedos excesivos: por ejemplo, miedo a la oscuridad, a irse a la cama, a quedarse con ciertas personas.
• Juegos sexuales repetitivos con los compañeros, con muñecos, juguetes o animales.
• Estos juegos suelen ser muy específicos debido a que el niño intenta reproducir en el juego lo que le ocurrió realmente.
• Este tipo de juego excede la exploración sexual normal adecuada a la fase de desarrollo.
• Masturbación excesiva hasta el grado de producir irritación genital, o bien masturbación compulsiva incluso en público.
• Trastornos del sueño, incluyendo pesadillas, miedo a irse a la cama, miedo a estar solo en el dormitorio.
• Dependencia excesiva, especialmente con respecto a ciertos adultos y en respuesta a otros.
• Retracción. Difícil socialización. Modificación en los hábitos alimentarios, por aumento o disminución.
• Conocimiento explicito de los actos sexuales más allá de los niveles normales de desarrollo.


Indicadores en la edad escolar

• Problemas escolares, incluyendo fobias escolares (pueden iniciar abuso por parte de algún trabajador de la escuela), ausencias frecuentes, miedo a volver a casa tras el colegio, modificaciones importantes en el rendimiento escolar.
• Abundantes temas de violencia en los dibujos o trabajos escolares.
Alejamiento de los compañeros.
• Desarrollo de relaciones de amistad inadecuadas para la edad, especialmente con niños mis pequeños que pueden ser controlados.
• Distorsión de la imagen corporal y problemas relacionados, como miedo a ducharse tras la gimnasia, miedo a que otros le vean desnudo, ponerse abundante ropa para ocultar el cuerpo.
• Conocimientos sexuales avanzados.
• Cambios excesivos de humor.
• Expresión inadecuada de rabia o angustia extrema.
• Depresión e ideas o intentos de suicidio.
• Inicio súbito de enuresis. Trastornos alimentarios, incluyendo bulimia, anorexia o ingestión compulsiva de comida.
• Comportamiento sexualmente manifiesto hacia los adultos, como intentar gustar, flirtear y realizar insinuaciones de tipo sexual (como una forma aprendida de comportarse con los adultos).
• Simulación de actividad sexual sofisticada con niños mis pequeños.
• Juegos sexuales. Conductas sexuales abusivas sobre otros niños.
Terror a ser rechazado.
• Actitud de duda, desconfianza y sospecha.
• Sentimientos de culpa.


Indicadores en la adolescencia

• Falta importante de confianza y autoestima.
• Malas relaciones con los compañeros.
• Escapismo. Fuga del hogar. Vivir en la calle.
• Trastornos del sueño, incluyendo pesadillas, inquietud al dormir, sueño excesivo.
• Problemas escolares, incluyendo modificaciones importantes en el rendimiento académico y ausencias excesivas de la escuela.
• Retraimiento y aislamiento de amigos o compañeros.
• Consumo de drogas o alcohol
• Automutilacion, incluyendo tatuajes, quemaduras o cortes en el cuerpo (con frecuencia para 'liberar' un dolor interno).
• Múltiples contactos sexuales. Comportamiento promiscuo.
• Prostitución.
• Depresión, ansiedad, irritabilidad, ideas obsesivas, sentimientos displacenteros.
• Ideación suicida, conductas o intentos.
• Conducta antisocial.


Lecturas recomendadas

Rappley M. and Speare K.H. PRIMARY CARE Family violence and Abusive Relationships.
W. B. Saunders Company. Philadelphia. 1993.
Friedrich W.N., Fisher J_ Broughton D_ Houston M_ Shafran G.R. Normative sexual behavior in children: A contemporary sample. Pediatrics 1998; 101(4): e9.
Jenny C. Medical issues in sexual abuse. In: Briere J, Berliner L, Buckley JA, Jenny C, Reid T (Eds.). The APSAC Handbook on Child Maltreatment. Thousand Oaks, California:
Sage Publications, 1996: Chapter 11, 195?205.
Botash AS Evaluating Child Sexual Abuse. Education Manual for Medical Profesionals. The Johns Hopkins University Press. Baltimore & London. 2000.
Ludwig S. Special Problems in Caring for the Sexualy Abused Child in: LudwigS & KornbergAE (Eds) CHILD ABUSE. A Medical Reference. Churchill Livingstone. New York. 1992.